Un micro ictus o AIT (accidente isquémico transitorio) es una breve interrupción del flujo sanguíneo a una pequeña parte del cerebro, la médula espinal o la retina, que puede causar síntomas temporales parecidos a los de un accidente cerebrovascular o ACV, pero a diferencia de este, no daña las células cerebrales ni causa discapacidad permanente.
Aproximadamente, 1 de cada 3 personas que sufre un micro ictus está en riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, sobre todo en las 48 horas posteriores a un AIT. Estos micro ictus suelen ser una señal de advertencia.
Manifestación y síntomas de un AIT
Los micro ictus requieren especial atención, ya que suelen pasar desapercibidos y en la mayoría de los casos sus síntomas permanecen solo durante 24h.
Pueden tener una manifestación tanto física como psicológica. Se manifiestan en forma de malestar general, visión doble, entumecimiento o debilidad muscular, dificultad en el habla, náuseas o mareos y, normalmente, remiten sin sintomatología neurológica y sin secuelas aparentes. En ciertos casos, pueden aparecer cambios cognitivos o conductuales si estos AIT se repiten en el tiempo, aumentando la zona dañada del cerebro.
También es posible que en algunos casos exista ya en un micro ictus cierto daño cerebral, no presentando síntomas físicos pero sí en la personalidad, provocando alteraciones como:
- Cambios en la personalidad: cambios en su forma de actuar, en su iniciativa o en su manera de expresar afecto.
- Alteraciones emocionales: la persona puede estar más irritable, agresiva, o menos prudente en las relaciones sociales.
Estos cambios suelen ser lentos, sutiles y progresivos, por lo que son difíciles de detectar en muchas ocasiones pero, una vez identificados, es de vital importancia diagnosticarlos y tratarlos de inmediato, con el fin de minimizar síntomas, mejorar la funcionalidad, aprender nuevas pautas de comportamiento y conocer la enfermedad.
Cómo minimizar el riesgo de sufrir un AIT
Para minimizar el riesgo de sufrir un micro ictus hay que realizarse un chequeo anual. Este debe incluir una analítica general para revisar sobre todo la tensión arterial y el corazón. También es vital evitar malos hábitos como el tabaco, el alcohol o la ingesta de comidas copiosas para evitar enfermedades cardiovasculares y realizar deportes tranquilos como caminar, para activar la circulación del organismo.
Puedes ver en el siguiente artículo nuestras recomendaciones sobre cómo evitar un ictus.
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