El ictus isquémico es el tipo de ictus que ocurre principalmente, cuando una arteria cerebral queda obstruida por culpa de un coágulo originando una trombosis o embolia cerebral. Esta obstrucción o bloqueo de la arteria, evita que la sangre fluya correctamente a una zona concreta del cerebro y que ni el oxígeno ni la glucosa lleguen de manera normal provocando finalmente, el ictus o infarto cerebral. Esta falta de riego sanguíneo al cerebro, provoca que en pocos minutos las células cerebrales a las que no les llega la sangre comienzan a morir, produciéndose graves daños en la zona del cerebro donde se ha producido el ictus.
Algunos conceptos importantes:
- Trombosis cerebral: una trombosis se produce cuando el coágulo se crea en la misma vena o arteria cerebral, bloqueando el paso de la sangre al cerebro.
- Embolismo cerebral: el coágulo se produce en las grandes arterias situadas lejos del cerebro. Por ejemplo, en el corazón debido a una fibrilación auricular.
La fibrilación auricular, la principal causa del ictus isquémico
La fibrilación auricular, es la arritmia cardíaca más común que existe y una de las principales causas de ictus isquémico.
Cuando se produce una fibrilación auricular, el corazón late de una manera rápida y desorganizada provocando que se formen coágulos de sangre. Esta sangre coagulada, puede recorrer el torrente sanguíneo hasta llegar al cerebro y bloquear una de las venas o arterias impidiendo el paso normal de la sangre y provocando el ictus o infarto cerebral.
Este tipo de arritmia, aparece y desaparece y en muchas ocasiones no presenta ningún tipo de síntoma lo que hace mucho más difícil su detección. Es por este motivo, que el control del corazón en busca de posibles arritmias adquiere tanta importancia, sobre todo, a partir de los 55 años cuando se duplica la probabilidad de sufrir esta arritmia.
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Se produce un ritmo cardíaco alterado e irregular a causa de los latidos rápidos, formándose coágulos de sangre.
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El coágulo de sangre puede llegar al cerebro a través del riesgo sanguíneo
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Al llegar al cerebro se produce el bloqueo en la arteria o vena originándose el ictus
¿Cuáles son los síntomas de un ictus isquémico?
Conocer cuales son los síntomas de un ictus y saber cómo reconocerlo, es uno de los mejores instrumentos que tenemos al alcance para poder detectar y actuar rápidamente cuando se está produciendo el ictus. A continuación, te damos a conocer los principales síntomas que ocurren cuando aparece un ictus:
Dificultad para hablar y entender a los demás es un síntoma muy común. La persona presenta dificultad para hablar y comunicarse arrastrando las palabras sin un sentido lógico.
La parálisis de la cara y de las extremidades. Este síntomas afecta a un lado del cuerpo. Puede ser una parálisis, pérdida de fuerza o entumecimiento de las extremidades. Una característica muy común es que la boca se queda descolgada de un lado cuando se intenta sonreír.
Problemas de visión en uno o en varios ojos, todo se vuelve negro o la visión es borrosa.
Se puede experimentar un dolor de cabeza muy intenso y repentino que puede desencadenar vómitos y mareos.
En ocasiones, el ictus puede provocar dificultad para caminar con una pérdida del equilibrio y de coordinación.
¿Qué debo hacer si tengo alguno de estos síntomas?

Para poder reconocer mejor los síntomas puedes utilizar el siguiente método para comprobarlo:
Ante el ictus no se debe perder ni un solo minuto. Si se experimenta cualquiera de estos síntomas, debemos buscar asistencia médica inmediata llamando a emergencias (112) y avisando de que se trata de un ictus incluso, cuando alguno de estos síntomas aparezcan de manera intermitente. Al activar un “código ictus” se alerta y moviliza a la asistencia sanitaria con la finalidad de conseguir una respuesta lo más rápida posible.
Cara: haz que la persona sonría y comprueba que un lado de la cara no se caiga.
Brazos: pida a la persona que levante los brazos, si uno de los brazos tiene a caer o directamente no lo puede levantar, podría estar sufriendo un ictus.
Habla: pide a la persona que repita una frase, si habla de manera extraña arrastrando las palabras o no se le entiende puede estar sufriendo un accidente cerebrovascular.
Tiempo: si se cumplen alguno de estos casos debe llamar a emergencias 112 rápidamente. Con el ictus, el tiempo es clave y se debe reaccionar inmediatamente. Cada minuto que pasa sin atención médica aumenta la probabilidad de secuela grave y de fallecimiento.
En la lucha contra el ictus la mejor arma es, en la mayoría de los casos, la prevención. El haber llevado una vida saludable y evitar los principales factores de riesgo que pueden provocar un ictus, podría haber evitado el 90% de los ictus.
En el caso de la fibrilación auricular, uno de los principales factores de riesgo del ictus isquémico, llevar un control diario de tu frecuencia cardíaca puede ayudarte a detectar una posible fibrilación auricular, evitando que desencadene en ictus.
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